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Trabajamos para mejorar el acceso a energías renovables en las operaciones de respuesta humanitaria

14/02/24

El equipo del proyecto observa una lámpara solar portátil

La jefa de base de ACF en Cotabato (Filipinas) y el equipo del proyecto observan una de las lámparas solares portátiles distribuidas por el gobierno filipino en el Campo de desplazados de Datu Salibo (Maguindanao, Filipinas) 

El 14 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Energía. Queremos aprovechar esta oportunidad para reflexionar sobre la necesidad de seguir avanzando en la sostenibilidad de las intervenciones humanitarias y de emergencia.

Al igual que sucede en otros ámbitos de la vida, la energía desempeña un papel cada vez más importante en el día a día de organizaciones como Acción contra el Hambre. Una necesidad que, durante mucho tiempo, se ha resuelto principalmente mediante combustibles fósiles, perjudiciales para el medioambiente. Esto era debido a la limitada disponibilidad de recursos y a la urgencia de las situaciones a las que necesitábamos dar respuesta. Afortunadamente, hoy en día las soluciones basadas en energías renovables ofrecen una alternativa más sostenible y segura.

Para contribuir a mejorar la sostenibilidad de las intervenciones humanitarias, Acción contra el Hambre y la Fundación acciona.org estamos desarrollando conjuntamente con financiación de la Unión Europea el proyecto Descarbonizar la respuesta humanitaria en situaciones de emergencia. Su objetivo es poner a disposición del sector humanitario una herramienta de acceso libre y gratuito que permita a los actores humanitarios evaluar sus necesidades energéticas y recibir orientación sobre soluciones renovables. La herramienta les ofrecerá además una comparativa sólida con respecto a los sistemas basados en energías fósiles al proporcionar datos comparables sobre huella de carbono, coste de la intervención y retorno de inversión, lo que les ayudará a la hora de poner en perspectiva una solución que, si bien inicialmente puede ser más costosa, en el medio y largo plazo es claramente más económica y, sobre todo, más sostenible.

Lo más interesante e innovador de este proyecto es la forma en que lo estamos desarrollando, con una gran participación de distintos actores humanitarios, para asegurarnos de que la herramienta que diseñemos de respuesta a las necesidades reales que afrontan los y las expertas de las organizaciones a la hora de electrificar sus operaciones. En la fase de diseño conceptual de la herramienta, que tuvo lugar a lo largo del 2023, hemos podido contar con la participación de 170 personas procedentes de 40 organizaciones humanitarias, que han aportado su experiencia y visión de forma desinteresada.

En 2024 terminaremos el desarrollo de la web app y lo pondremos a disposición de la comunidad humanitaria internacional para comprobar su operatividad y utilidad, y definir las mejoras necesarias, de nuevo a través de un proceso participativo. Además, tenemos previsto realizar pilotos en dos contextos de emergencia para comprobar el funcionamiento de la herramienta en una situación real de crisis.

El acceso a la energía sostenible puede tener beneficios significativos en situaciones humanitarias, mejorando la seguridad y la productividad. Además, las mejoras operativas en cuestiones de energía contribuyen a reducir el daño medioambiental y la sobreexplotación de recursos naturales. Pero, sobre todo, tienen el potencial de generar un impacto positivo en las comunidades que se benefician de ellas, puesto que aumentan sus medios de subsistencia, capacidad de recuperación y suponen una gran mejora para sus condiciones de vida.

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