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Uno de nuestros centros de tratamiento de desnutrición saqueado en Sudán, ahora restaurado

29/01/24

© Acción contra el Hambre 

A medida que el conflicto entre las SAF y las RSF continúa en todo el país, los desplazamientos de civiles y las necesidades humanitarias siguen aumentando constantemente. Según la Actualización de la Proyección de Inseguridad Alimentaria Aguda para octubre de 2023 - febrero de 2024 de la CIF, el intenso conflicto y la violencia organizada, junto con el continuo declive económico, han llevado a aproximadamente 17,7 millones de personas en todo Sudán a niveles elevados de inseguridad alimentaria aguda, clasificados en la Fase 3 o superior de la CIF (Crisis o peor). De ellos, unos 4,9 millones se encuentran en la fase 4 de la CIF (Emergencia), a un paso de la hambruna.

Según las conclusiones de Acción contra el Hambre, la tendencia de admisión de desnutrición aguda entre los niños y niñas menores de cinco años (U5) está aumentando debido a la crisis actual del país, al deterioro económico y al aumento de las necesidades de las personas desplazadas internas. Un número considerable de niños y niñas carece de acceso a vacunación sistemática contra enfermedades fácilmente prevenibles, mientras que casi 700.000 menores con desnutrición aguda grave corren el riesgo de morir si no reciben tratamiento, según datos de UNICEF de noviembre de 2023.

Se siguen registrando ataques contra la atención sanitaria en todo el país. Desde el 15 de abril de 2023, la OMS ha verificado 60 ataques contra la asistencia sanitaria. El conflicto ha afectado significativamente a la prestación de la tan necesaria ayuda humanitaria y de los servicios públicos esenciales. En junio de 2023, el Centro de Estabilización de casos de Malnutrición que Acción contra el Hambre apoya en Garsila, Darfur Central, fue blanco de uno de estos ataques y fue saqueado. Los equipos de Acción contra el Hambre en Sudán lo han renovado recientemente, lo han equipado (camas, colchones, sábanas, mantas, kits de cocina, tanques de agua, etc.), apoyando al personal sanitario (3 enfermeras, 4 auxiliares de nutrición, 1 médico, 1 oficial de nutrición, 1 guardia y 1 limpiador) y ahora vuelve a funcionar.

Hablamos con el coordinador de Nutrición y Salud de Acción contra el Hambre en Sudán, Samson Wolderufael, y con Caroline Colette, experta en Nutrición y Salud para África de Acción contra el Hambre España, para entender mejor la importancia de este tipo de centros y el impacto de su rehabilitación en un contexto de conflicto como el de Sudán. Esto es lo que nos contaron:

¿Cómo afectaron los saqueos a nuestras operaciones humanitarias en el centro?

Samson: El hospital de Garsila es uno de los dos hospitales de referencia para casos de malnutrición en Darfur Central, con una población total de unos 220.000 habitantes, de los cuales más de 40.000 son menores de cinco años (localidades de Mukjar, Bendesei y Wadi Salah). Lleva algún tiempo funcionando como Centro de Estabilización de Acción contra el Hambre y tenía capacidad para admitir a más de 30 niños y niñas con casos de SAM (desnutrición aguda grave) a la semana. Tras el conflicto del 15 de abril, el hospital fue saqueado y la prestación de servicios de salud y nutrición se vio comprometida.

Caroline: A medida que el Centro de Estabilización se volvía insalubre, el poco espacio aún disponible en el hospital se utilizaba para urgencias médicas, y los menores desnutridos eran derivados al hospital de Delih, en una localidad vecina a 17 km de Garsilla.

Ahora que el centro vuelve a funcionar, ¿qué hacemos allí y por qué es importante?

Caroline: Tras la rehabilitación del área dedicada al tratamiento de niños y niñas desnutridos dentro del hospital de Garsila, se reabrió el Centro de Estabilización, que funciona desde enero de 2024.

Este centro de atención hospitalaria (CS) proporciona atención especial las 24 horas del día y seguimiento médico a menores de 0 a 59 meses que padecen desnutrición aguda grave con inapetencia y/o complicaciones médicas (SAM con complicación).

En la práctica, se tratan las complicaciones médicas asociadas a la malnutrición (edemas, infecciones respiratorias, infecciones cutáneas, vómitos, diarrea, septicemia, etc.) y, al mismo tiempo, reciben regularmente pequeñas cantidades de leche terapéutica por vía oral o a través de una sonda de alimentación. Cuando recupera el apetito, el menor entra en una fase denominada "de transición". Entonces puede tomar otro tipo de leche, un poco más nutritiva. Luego viene la etapa final del circuito, la "fase 2", en la que los niños y niñas son alimentados con alimentos terapéuticos, pastas con sabor a mantequilla de cacahuete (RUTF) con un alto contenido energético. Uno de los principales problemas es la disponibilidad de estos insumos nutricionales y médicos.

Por término medio, los menores son hospitalizados con un "cuidador", normalmente su madre, padre, abuela o hermanos, durante un periodo de entre 5 días o más, dependiendo de su estado general y apetito. A continuación, se les deriva a programas terapéuticos ambulatorios cercanos a su domicilio.

Sin este tipo de tratamiento médico urgente, que sólo puede dispensarse en un hospital, muchos niños y niñas pueden morir por complicaciones relacionadas con su desnutrición.

Samson: Ahora, para mejorar la calidad de la atención a estos menores, Acción contra el Hambre está trabajando de nuevo en el centro de Garsila para adquirir y transportar suministros para llegar al hospital y tratar los casos de SAM, así como otros equipos necesarios para las actividades de respuesta nutricional. La asistencia técnica y la coordinación corren a cargo de nuestros equipos de Salud y Nutrición y de nuestra base en Darfur Central.

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