ALIANZA CON NICEQUEST PARA LUCHAR CONTRA LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA EN PERÚ

En marzo del pasado año, el ciclón Yaku golpeó el norte de Perú provocando desbordamientos, inundaciones y “huaicos” (avalanchas de lodo y piedras) en los departamentos de Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad, Áncash y Lima.

“Nos vimos afectados por las lluvias y la enfermedad del dengue. Muchos niños estuvieron delicados de salud. Hubo pérdidas económicas, se perdieron animales. La gente estaba muy decaída ´Buscábamos apoyo y nadie nos daba nada. Estábamos prácticamente abandonados”, relata Lidia Solano Zapata, vecina del Caserío Convivira Sur, en Piura, Perú.

Yaku tocó tierra en pleno desarrollo de El Niño Costero, un fenómeno que se desencadena cuando la temperatura del Pacífico sube más de 0,4 grados y que provoca tormentas de gran intensidad en el litoral. Según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), un centenar de personas perdieron la vida y más de 65 000 se vieron afectadas. Decenas de miles de familias perdieron sus casas y sus medios de vida en una región donde la inseguridad alimentaria forma parte de la cotidianidad.

 

MANOS A LA OLLA PARA MEJORAR EL ACCESO A LA ALIMENTACIÓN

En este contexto, las “ollas comunes” y comedores populares volvieron a ponerse al frente de la respuesta de emergencia en los barrios más humildes. Se trata de espacios autoorganizados por grupos de vecinos y vecinas que no pueden enfrentar por sí solos el acceso y la preparación de alimentos, y que ven en la acción colectiva una alternativa solidaria para dar respuesta a sus necesidades, y las de sus familias y comunidades.

Sin embargo, en momentos difíciles como este, muchos quedan destruidos o inhabilitados, pierden sus equipamientos y afrontan serios problemas para conseguir alimentos, por lo que el apoyo de organizaciones como Acción contra el Hambre cobra un papel esencial.

“Desde un principio nos estamos organizando bien para la preparación de los alimentos. Las madres trabajamos todas conjuntamente. Está siendo una buena experiencia. Estamos agradecidos por el apoyo que hemos recibido porque hay familias que verdaderamente lo necesitan”, asegura Antonia Solano Villegas, presidenta de la olla común de Convivira Sur.

En el último año, hemos colaborado con 89 ollas y comedores, suministrando víveres, menaje, productos de limpieza y capacitación. Estas iniciativas impactarán de forma positiva en la vida de unas 13 000 personas en situación de vulnerabilidad, que encuentran en estos espacios la manera de acceder, al menos una vez al día, a una ración de comida.

 

ALIANZA CON NICEQUEST EN LIMA METROPOLITANA

Nicequest se ha unido a Acción contra el Hambre para apoyar la labor de una decena de ollas y comedores en los distritos de Comas y Carabayllo, en Lima Metropolitana. Esta alianza nos ha permitido distribuir más de 2 700 kilos de alimentos no perecederos y realizar talleres sobre buenas prácticas de conservación y manipulación, con el objetivo de asegurar unas condiciones de higiene apropiadas y prevenir la contaminación de alimentos y la transmisión de enfermedades. Más de 700 personas han podido alimentarse durante un mes gracias al reparto de canastas de alimentos.

 

 

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