El impacto de la anemia en los niños. El hambre escondida.

La anemia es uno de los problemas de salud más importantes a nivel mundial.  La causa principal de la anemia es la deficiencia de hierro, aunque generalmente coexiste con otras causas como la malaria, infecciones o desnutrición.  Contribuye a la mortalidad de los niños y las niñas,  y también a un alto porcentaje de niños que nacen con bajo peso al nacer y con discapacidad. Provoca deficiencias su desarrollo cognitivo, en especial en sus habilidades psicomotrices, cognitivas y de socialización. Y por tanto menor productividad una vez adultos. Los niños con anemia hoy son niños que serán los pobres del mañana. Es difícil de detectar a simple vista ya que suele aparecer acompañada a otras enfermedades más visibles, pero es imprescindible tratarla lo antes posible ya que si no, se convierte en el hambre escondida.

Creemos que es muy importante, para todos los países cuyos porcentajes de incidencia de anemia son altos y prevalentes, la creación, financiación y puesta en práctica de programas de prevención, que son altamente efectivos. Además de proyectos que promuevan la mejora de las prácticas nutricionales para aumentar la ingesta de hierro: disponibilidad de alimentos y campañas de sensibilización y educación. La fortificación de alimentos de consumo masivo: harina de trigo, arroz y/o papa.

Un punto fundamental en estas políticas para acabar con la prevalencia de la anemia es promover la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad y promover prácticas asociadas de atención del parto. Un punto fundamental para poder ganar la partida a esta hambre escondida es garantizar el tratamiento de causas ligadas a la pérdida anormal de sangre, como la parasitosis y la malaria.

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