Madagascar: el hambre se extiende por el sur

Madagascar, como el resto del mundo, ha sufrido la conmoción en cadena de 2020 por la pandemia de COVID-19. Un país indefenso ante los efectos del cambio climático, que sufrió grandes inundaciones en el norte y prolongadas sequías en el sur, la pandemia de covid-19 y sus consecuencias no han hecho sino empeorar las condiciones en las que vive la población malgache.

Una crisis alimentaria latente

Según el Programa Mundial de Alimentos, la prolongada sequía que viven actualmente en las regiones del sur es la más importante de los últimos 10 años. Las precipitaciones han sido muy escasas o casi nulas durante el pasado año. Una falta de lluvias, que ha dado paso a un período de escasez de alimentos más temprano y más severo que en años anteriores.
El bajísimo nivel de existencias combinado con los duros efectos de la crisis sanitaria (presión sobre los precios de los alimentos, falta de fuentes de ingresos…) ha afectado gravemente a la seguridad alimentaria de las familias.

“La tierraaquí en Bezaha siempre ha sido fértil. Plantábamos arroz para vender. Hoy, las existencias disponibles no son suficientes para alimentar a las familias.  

Los niños son las primeras víctimas de la desnutrición. Y su tiempo de curación puede alargarse. La dosis inicial para su tratamiento pasa a ser una ración para toda la familia. Mara Magnambisoa, responsable adjunta de nutrición y salud

La "kéré" (hambruna en malgache) vuelve todos los años, pero en esta ocasión la crisis se ha extendido hasta convertirse en crítica. En el Sur, hay más de 1 millón de personas en una situación de alta inseguridad alimentaria, de las cuales 204 000 necesitan asistencia de emergencia. Una cifra que es probable que aumente entre enero y abril, cuando se estima que 162 610 niños y niñas menores de 5 años podrían sufrir desnutrición aguda, incluidos 27 134 en su forma más severa.

“No tenemos qué comer. El tamarindo es nuestro único alimento, por la mañana, al mediodía y por la noche. Lo mezclamos con arcilla blanca para obtener lo que localmente llamamos "botagne". Jiboro, residente de la aldea de Bevalay, cuyo hijo, Tafiantsoa, está gravemente desnutrido.

Nuestros equipos en acción

Desde febrero de 2020, desde Acción contra el Hambre hemos establecido equipos de apoyo a la salud y la nutrición en los distritos del Gran Sur. Actualmente, 12 recorren la región para asegurar el seguimiento de las comunidades más alejadas de los centros de salud, que en muchas ocasiones coinciden con las zonas donde se detectan los niños con desnutrición más aguda.

En apoyo a los centros de salud más cercano, uno de nuestros equipo examina a todos los niños y niñas menores de 5 años identificados como vulnerables en Fokontany. Por lo general, compuestos por dos paramédicos y un mediador a cargo de la detección, brindan tratamiento a los niños contra la desnutrición y otras enfermedades. Los casos más complicados los derivamos y trasladamos a estructuras más adecuadas y equipadas.

"Estamos trabajando con los responsables a cargo de la nutrición de cada distrito de salud para definir dónde intervienen nuestros equipos. Estos municipios se determinan en base a sus informes y los resultados de los sistemas de vigilancia nutricional. Las zonas donde intervienen equipos se encuentran a más de 10 km de un centro de salud básico." Basilia Randriamanantsoa Hasimbolana, jefa del programa de Nutrición y Salud en la región de Atsimo Andrefana.

Desde octubre nuestros equipos vienen observando un fuerte aumento en las admisiones de niños con desnutrición aguda severa en los Centros de Recuperación Nutricional Ambulatoria Severa (CRENAS), especialmente en los distritos de Ambovombe y Amboasary.

El Dr. Rakotoarison, director del centro de salud básico de Ebelo, dice que la situación empeora a medida que avanzamos hacia la temporada de escasez. “Los equipos de Acción contra el Hambre apoyan mucho nuestro trabajo, brindando atención en remotas aldeas. Los vehículos que nos brindan también nos ayudan con el traslado al hospital de los casos más graves, y para el transporte de los equipos a nuestro centro de salud”.

De enero a octubre de 2020, los equipos de nuestra organización han tratado a:

• 4189 niños y niñas con desnutrición aguda severa
• 7358 desnutrición aguda moderada
• 8145 niños enfermos