SIRIA: MUJERES AL FRENTE DE LA ACCIÓN HUMANITARIA

HANAN: "AYUDAR A LA GENTE ES LO QUE ME MOTIVA PARA SEGUIR ADELANTE"

anan, que tiene 28 años y es de Salamieh, Siria. Se centró en sus estudios para convertirse en ingeniera, pero en el punto álgido del conflicto de Siria se dio cuenta de que no se sentía realizada con la ingeniería, por lo que decidió ofrecerse como voluntaria y ayudar a apoyar a las personas desplazadas internamente en su ciudad durante la emergencia.

Vivir en guerra cambia la forma de ver el mundo de cualquier persona. Eso le sucedió a Hanan, que tiene 28 años y es de Salamieh, Siria. Se centró en sus estudios para convertirse en ingeniera, pero en el punto álgido del conflicto de Siria se dio cuenta de que no se sentía realizada con la ingeniería, por lo que decidió convertirse en voluntaria  para apoyar a las personas desplazadas en su ciudad durante la emergencia. Estaba entusiasmada con el trabajo humanitario así que decidió mejorar sus competencias para apoyar a las personas en crisis. Decidió mudarse a Damasco y trabajar con Acción contra el Hambre. ¡Un punto de inflexión en su vida!

Hanan trabaja en el ámbito del monitoreo y la evaluación. "No hay tiempo para patrones y repeticiones; los contextos y dificultades en el trabajo de campo están cambiando constantemente. Pero visitar a la gente y escuchar cuáles son sus necesidades y ayudarles en lo que sea posible es lo que me motiva a seguir adelante", cuenta. Como muchas mujeres humanitarias, Hanan se encuentra con durante su día a día con numerosas barreras culturales o sociales. “Por ejemplo”, dice, “las mujeres tenemos que hacer un esfuerzo adicional para entrevistar a los hombres; algunos ni nos miran cuando hablamos con ellos, por lo que necesitamos ganarnos su confianza y ser persuasivas para obtener sus respuestas”. "Pero me lo planteo como una oportunidad también. Una oportunidad para descubrir nuevas formas de comunicarme y fortalecer mi carácter. Aprovechemos el gran cambio en los roles y responsabilidades y convirtámoslo en un punto de inflexión en nuestras vidas", añade.

anan, que tiene 28 años y es de Salamieh, Siria. Se centró en sus estudios para convertirse en ingeniera, pero en el punto álgido del conflicto de Siria se dio cuenta de que no se sentía realizada con la ingeniería, por lo que decidió ofrecerse como voluntaria y ayudar a apoyar a las personas desplazadas internamente en su ciudad durante la emergencia.

Hanan, que ahora está embarazada y está a punto de ser madre, es también una referente de género en el equipo de Siria, y quiere que todos sepan que todos tenemos habilidades y maneras de contribuir, ya que todos los trabajos son complementarios. Se inspira en uno de sus libros favoritos de Youssef Zeidan titulado "The Snack Shadow", una serie de cartas entre madre e hija sobre los cambios en el papel de la mujer en la sociedad a lo largo de la historia. A Hanan le gustaría compartirlo con su futuro hijo o hija cuando crezca, y enseñarle cómo convertirse en referente de género. Y, con suerte, también en humanitario.

¡Le deseamos lo mejor a Hanan en su embarazo y esperamos que tenga un o una referente de género!

 

MANAR: "LAS MUJERES LEVANTARÁN EL PAÍS DE LOS ESCOMBROS"

Manar trabaja como técnica de Agua, Saneamiento e Higiene de Acción contra el Hambre en Siria. Ella y su equipo proporcionan acceso a agua limpia y segura a miles de personas cada día. Todas las mañanas, acude con su equipo a evaluar la situación de las personas con necesidades básicas.

Manar trabaja como técnica de Agua, Saneamiento e Higiene de Acción contra el Hambre en Siria. Ella y su equipo proporcionan acceso a agua limpia y segura a miles de personas cada día. Todas las mañanas, acude con su equipo a evaluar la situación de las personas con necesidades básicas. Así desarrollan técnicamente la forma de hacerles llegar agua limpia y segura para su uso diario. La parte favorita de su trabajo es cuando ve que todas esas evaluaciones y formulaciones del proyecto se convierten en algo real, y le permiten apreciar el impacto directo de su trabajo en la vida de la gente.

Pero trabajar como humanitarian conlleva ciertos sacrificios. Manar cuenta que el paso del tiempo es un gran desafío. Hay muchas necesidades básicas que cubrir y la gente necesita ayuda. Además la conciliación laboral y familiar, por sus responsabilidades como madre, no es nada fácil. No puede pasar tanto tiempo como le gustaría con su familia por tener que viajar mucho en su trabajo. Pero Manar no deja que estos incovenientes la desmotiven, porque cree en la importancia de ayudar a la gente y de contribuir a que Siria vuelva ser la de antes de empezar el conflicto. Manar quiere animar a las mujeres sirias a ser fuertes porque son fundamentals para la reconstrucción de Siria. “Las mujeres levantarán el país de los escombros", dice.

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