Tus motivaciones laborales te llevarán lejos

Lo que busca un profesional en su día a día viene derivado de la motivación intrínseca y extrínseca. En relación a la primera, la motivación intrínseca es la que podemos aprovechar en aspectos como la autorrealización, satisfacción personal y comunitaria (nuestro trabajo siempre repercute positivamente en la sociedad y el mercado laboral), así como en la consecución de metas u objetivos. Y respecto a la motivación extrínseca, todos los trabajadores buscamos una estabilidad económica, alcanzar primas o recompensas externas que favorezcan nuestra marca personal y trayectoria profesional. Nuestro compañero Nacho Márquez, técnico de inclusión sociolaboral en Extremadura, nos habla de cómo potenciar nuestras motivaciones laborales.

¿A QUÉ NOS REFERIMOS CUANDO HABLAMOS DE MOTIVACIÓN LABORAL?

Empezamos con una definición fácil, sencilla y para toda la familia: Es tener un motivo para pasar a la acción. A grandes rasgos, hay dos tipos de motivación: la intrínseca y extrínseca. La primera es aquella que nace de la misma persona, mientras que la segunda nace debido a factores externos. Además, se habla de otros tipos de motivación en función del plano al que vaya dirigida: motivación personal, profesional y/o social.

Así, la motivación profesional o laboral es la razón que nos impulsa a encontrar o crear un empleo o a mejorar como persona empleada o emprendedora.

¿CUÁLES SON LAS ESTRATEGIAS DE MOTIVACIÓN?

No existe una fórmula mágica para adquirir motivación, pero uno de los aspectos más importantes es marcarnos un objetivo profesional para poner el foco en él y trazar un plan de acción potente que nos acerque a la meta. Y nuestro foco depende, en gran medida, de la “escalera de la empleabilidad”, una teoría que se usa para marcar el objetivo profesional dentro de los itinerarios de empleo. Imaginémonos una escalera con tan sólo cuatro escalones: en el más alto encontramos el trabajo de nuestra vida, en el siguiente un trabajo que nos gustaría desempeñar, después un trabajo que no me importaría hacer y, por último, un trabajo que nunca haría pero que por necesidad llevaría a cabo.

Una vez tengamos establecido dicho objetivo, nuestra actitud jugará un papel muy importante. Si nace de la sinceridad y la proactividad, hablando de motivación intrínseca, estaremos buscando la autorrealización y consecución de metas. Si hablamos de la motivación extrínseca, estando en búsqueda activa de empleo o cerca de dar vida a un negocio, estamos buscando estabilidad económica.

¿EN QUÉ TE AYUDARÁ DETECTAR ESAS MOTIVACIONES PARA DESARROLLARTE PROFESIONALMENTE?

Al tener marcado el objetivo y detectar de dónde proviene nuestra motivación, independientemente de que sea intrínseca o extrínseca, es el momento de pasar a la acción, de ponernos en marcha y dar pasos hacia la meta.

Hoy en día, entre las competencias más valoradas por las empresas se encuentran la proactividad, flexibilidad y adaptabilidad. De esta manera, encontrar un motivo y comenzar con la acción nos acercará a mejorar nuestras competencias profesionales y nuestra actitud y, por ende, nuestra empleabilidad.

¿LA MOTIVACIÓN PERMITE SUPERAR LOS PROBLEMAS?

Sí, y me gustaría realizarlo a través de un juego. Vamos a intentar adivinar un personaje histórico que tenía las siguientes características:

“Dicho personaje fue un hijo ilegítimo en una época convulsa, en la que nacer de una relación extramatrimonial estaba muy mal visto. Al ser ilegítimo, no tuvo acceso a los estudios hasta una edad avanzada con respecto a sus iguales. Esta persona, además, tenía déficit de atención, era disléxica y se baraja una posible bipolaridad. Vivió durante la época del renacimiento. Nació en un pueblo cercano a la ciudad de Florencia. Estamos hablando de..." “il maestro fiorentino”, Leonardo da Vinci.

La enseñanza motivacional de dicho juego radica en que una persona, que hoy le consideramos un genio, atravesó momentos muy duros y, a pesar de ello, consiguió tocar el cielo gracias a la MOTIVACIÓN INTRÍNSECA. Lo que movía a Leonardo era la curiosidad, la autorrealización, el convencimiento de que podría llegar donde él quisiera.

Por todo ello, os animo a encontrar un gran motivo que os lleve a la acción y os invite a manteneros con el foco profesional, personal y social en lo más alto.

Comparte esta entrada