Unir el mundo rural con el urbano mediante la venta de productos de proximidad, el reto del ganador del Emprende24 Málaga

A punto de presentar su tienda de alimentación virtual Reorígenes, Domingo Espinosa Pulido explica a Acción contra el Hambre cómo ha sido su proceso emprendedor y su participación en el concurso Emprende24 Málaga (2019) y Vives Emprende.

Espinosa, que se define como una persona inquieta, con determinación y con capacidad de esfuerzo, manifiesta que lleva años planificando y preparando su salto al mundo rural: “dejar la ciudad para aportar mi pequeño granito de arena, personal y profesionalmente, en el campo”. Y su idea de negocio busca acercar los dos mundos mediante la venta de productos locales y kilómetro cero.

¿Cómo surgió la idea de emprender?

Toda mi vida he tenido en la cabeza esta idea, pero ha sido en los 4 últimos años cuando realmente le he dado forma. En mi idea de negocio, Plataforma Reorígenes, he querido juntar el mundo urbano con el rural porque es una manera de unir a pequeños productores de artesanía alimentaria con consumidores de ciudad, que no tienen productos de proximidad.

De esta forma, he decidido dedicar mi tiempo profesional a poner en valor las costumbres rurales, su inmenso y exquisito patrimonio y, especialmente, sus productos de artesanía.

¿Cómo te está ayudando Acción contra el Hambre?

Participar en el concurso Emprende24 me permitió aterrizar todas las ideas y plasmarlas en un plan de empresa. Por otro lado, tener que explicar ante el público el proyecto y, finalmente, tras haber recibido el premio a la mejor iniciativa en el mundo rural, comprobar que el proyecto tenía aceptación y solidez.

Además, el equipo técnico de emprendimiento de Acción contra el Hambre siempre ha intentado dar solución a todas las dudas que les he planteado. Honestamente, estoy encantado.

¿Qué valor añadido tiene Emprende 24 o qué destacarías del mismo?

Lo más importante es considerar, por encima de los números, a las personas que hay detrás de los proyectos de emprendimiento. Otras instituciones se centran en los números anuales para renovar la financiación y el servicio directo al emprendedor es muy mediocre. Aquí no he sentido esto y he percibido un interés real por el emprendedor y por apoyarlo a que lleve a cabo su acción de emprendimiento.

¿Animarías a otros emprendedores a participar en el programa?

Sí, por supuesto. Animaría a todas las personas que quieren emprender a participar en Vives Emprende porque te ayuda a visualizar las posibles dificultades de ese viaje, trazar estrategias y posibles soluciones. También te enseñan a elaborar el plan de empresa o las ideas maestras del proyecto. Hay que aprovechar estas oportunidades.

¿Qué obstáculos, miedos o inconvenientes has afrontado a lo largo del proceso emprendedor?

No he tenido ningún miedo, solo visualizo dificultades y una vez que las visualizo, intento plantear soluciones o atenuarlas. No siempre se consigue y he aprendido a relativizar las cosas que no salen bien. Lo importante es la tendencia, el medio plazo, la visión de conjunto y que esto vaya en positivo, claro.

A estas alturas no me tiembla el pulso ante el hecho de tener que desistir de un emprendimiento que, a pesar de un gran esfuerzo, no tome una tendencia positiva. No lo considero un fracaso, existen un sinfín de factores que no podemos controlar y, a veces, por qué no, no acertamos en nuestras decisiones.

¿Qué expectativas tienes de cara al futuro?

El auténtico reto es dar con la fórmula sostenible para hacer llegar los productos de artesanía alimentaria elaborados por pequeños productores de la Serranía de Ronda a los consumidores de las ciudades próximas. Y no es fácil: las producciones son inestables y muy informales, algunos de los productos estacionales y perecederos, y los costes y condiciones de transporte son dificultosas. Además, falta mucha más información para sensibilizar a los consumidores sobre los beneficios de los productos artesanos.

Trabajar en este empeño es mi futuro (presente) más próximo.